SKETCH entrevistó a Luis Romero y Armando Rosales quiénes nos cuentan sus gustos, trayectoria artística y trabajo, pueden leerlas a continuación:

LUIS ROMERO

  • Háblanos un poco sobre ti, tus gustos e intereses.

No sé cómo responder a esta entrevista y a preguntas personales. Soy, aunque no lo parezca, una persona reservada y poco dada a hablar de mi mismo, por lo que se me hace difícil responder, intentaré hacer una narrativa que quizás responda.

Soy una persona de gustos sencillos, me gusta estar en casa, viajar a sitios y lugares tranquilos, el mar, visitar museos y salas de exposiciones, quizás por eso mismo, porque son lugares tranquilos; no me gustan las aglomeraciones de personas.  Amo los atardeceres, la incidencia de la luz sobre los objetos transparentes, la forma en que la luz pasa por entre las hojas de los arboles y se proyecta en el suelo, la noche. Me gusta la buena comida, las conversaciones enriquecedoras, la música, el cine y la buena compañía.

Me interesa y enamora el arte, la pintura, la escultura, el dibujo, en general, el ingenio de los creadores, la fe y el amor que le ponen a algo que en principio sólo tiene un valor personal y afectivo. 

  • Cuéntanos sobre tu infancia y juventud, ¿cómo fue? ¿tuviste desde siempre intereses por ámbitos creativos?

Mi infancia fue como la de cualquier otro niño, jugar con mis hermanos y amigos, especialmente deportes. Ya en mi adolescencia mis intereses cambiaron y no me gustaba la competitividad de los deportes. Conocí a otros amigos y me dediqué por muchos años a subir cerros, caminar por espacios naturales y a acampar.

En mi adolescencia me relacioné con la escena de la música de finales de los 80’s de la Caracas Post Punk. Pude asistir a exposiciones clandestinas, eventos de performance y fiestas que estaban llenas de un arte que no se veía en los museos. Para ese entonces había aprendido serigrafía y me dediqué por un tiempo a imprimir franelas y venderlas. Primero copiaba carátulas de discos, y luego empecé a hacer mis propios diseños.

Mi interés por lo creativo comenzó en la soledad de mi cuarto, primero recortando las enciclopedias y libros de mi casa, y luego haciendo algo que no sabía que existía -las “instalaciones”-, ordenando por color y forma algunos objetos de la casa en un pequeño espacio libre que teníamos. La pintura la abordé cuando hubo la posibilidad de tener soportes y materiales para hacerla. Pero debo decir que siempre dibujaba en mis cuadernos de clases. Las pocas materias que me interesaban en la escuela y el liceo eran las relacionadas con manualidades, arte y literatura. 

  • ¿Cómo y por qué desemboco tu carrera en las prácticas artísticas contemporáneas?

Yo comencé en a los 19 años a estudiar Turismo en una universidad en la isla de Margarita, en Venezuela, a donde me mudé sólo para ello. No duré ni un solo mes en la universidad, de inmediato me di cuenta que eso no me interesaba: ni la carrera ni  la universidad. Me quedé en la isla 7 meses más, trabajando como recepcionista en un hotel y como inspector de aire acondicionado en un canódromo recién construido.  En mis ratos libres pintaba sobre papeles de periódico.

Al regresar a Caracas, en principio quería estudiar arte. Hice un curso de grabado informal  y allí vi que la escuela no me iba a dar lo que yo estaba buscando; decidí entonces estudiar Diseño Gráfico en 1988.  Años antes había trabajado en una imprenta que pertenecía a unos tíos y también con lo que había aprendido de serigrafía me ayudé a pagarme los estudios, pues en mi casa no había dinero, somos una familia numerosa y las prioridades eran la comida y los estudios de medicina de mi hermano mayor.

En el Instituto estaba claro que lo que aprendería me serviría para sobrevivir pero también para hacer lo que quería,  que era arte. Mis entregas o trabajos se diferenciaban de las de mis compañeros no sólo por la enfoque si no también por los materiales- al no tener recursos económicos, tenía que inventar y resolver con lo que había; ya que la carrera de diseño es costosa. Tuve la suerte de conseguir profesores que me entendieron y que veían en mi un potencial artístico y no de diseñador.

En 1990, luego de tener una beca en un pequeño instituto de arte donde  había profesores que eran artistas profesionales, preparé un portafolio de dibujos y pinturas que terminaron siendo mi primera exposición individual en la galería sotavento en Caracas, en 1991. Luego dejé el instituto de diseño y desde entonces dedico mi vida en exclusiva a el arte.

  • ¿Cuáles son tus influencias y/o referentes?, ¿por qué?.

Son muchos los referentes y referencias a los que acudo en mi trabajo, no quisiera encasillar y hacer una lista exhaustiva que dejara por fuera a algún aspecto. Nombraré algunas cosas que están presentes en mi obra: la luz, lo espiritual, lo inmaterial, lo concreto, la calle, las texturas, el paso del tiempo sobre los objetos, la geografía, la identidad, el viento, lo transparente, lo  etéreo, la palabra, y cualquier cosa que atrape mi atención. Así como muchos artistas que me antecedieron.

  • ¿Porqué decidiste quedarte en Venezuela y trabajar como gestor y artista desde Caracas? 

Yo estoy en Venezuela, porque decidí estar aquí a pesar de las condiciones que vivimos actualmente. Mi compromiso como creador y gestor cultural están desde hace mucho tiempo relacionadas y muy cercanas al país, estoy seguro que si por alguna razón –que espero no se dé nunca–, tuviese que salir, continuaría desde donde me encuentre con ese compromiso. Aquí he tenido la suerte de poder desarrollarme, de aportar un poquito a la historia y a la continuidad del arte contemporáneo. Me dolería muchísimo tener que irme y dejar atrás a tantos artistas; no quiero pecar de pretencioso con lo que voy afirmar a continuación: creo que sería un duro golpe para la escena del arte local el cerrar los espacios que mantengo abiertos en Caracas actualmente.

  • ¿Cómo inició tu relación con la gestión cultural?¿qué aportes ha tenido en tu práctica artística?

Mi trabajo como galerista, editor y curador, además de artista, (esta relación un poco compleja al principio), me ha permitido relacionarme con otros creadores, curadores y con muchas personas, abriéndome muchas puertas.

He pensado en estos últimos años que no se puede discriminar y siento que todo lo que hago es un gran continuo que se relaciona estrechamente.

  • Para terminar, ¿quisieras contarnos en qué proyectos trabajas actualmente y quieres trabajar a futuro?

Vivo en el presente, no me gusta pensar en un futuro muy lejano pues no somos dueños de las circunstancias. Obviamente tengo proyectos, una exposición en la galería Sketch de Bogotá es lo mas concreto que hay en el panorama. También la presentación de un proyecto editorial nuevo llamado Meñique. Actualmente he retomado la pintura y este tiempo de “pausa” me ha permitido revisar mi taller; estoy finalizando obras y asuntos que no había concluido.

ARMANDO ROSALES  

  • Háblanos un poco sobre ti, tus gustos e intereses.

En estos días me interesa literalmente como ponemos nuestros pies en el piso para caminar o correr que las noticias. A veces sí, pero usualmente no me interesan tanto las lecturas inmediatas.  Me interesan los límites, lo inoportuno y la urgencia como fuente de imprecisiones.

  • Cuéntanos sobre tu infancia y juventud, ¿cómo fue? ¿tuviste desde siempre intereses por ámbitos creativos?

La recuerdo muy física y silenciosa, correteando y jugando futbol, diría yo que fue bastante regular, ya más en la adolescencia entró la música cuando comencé tocar batería; A partir de ese momento la manera de ver y percibir el mundo comenzó a cambiar y aparecieron algunas formas diferentes, inclinarme hacia el arte fue bastante natural sobretodo teniendo la ingenuidad como clave para ir explorando sin tantos prejuicios.

  • Teniendo en cuenta que estudiaste diseño gráfico, ¿cómo y por qué desemboco tu carrera en las prácticas artísticas contemporáneas?

 Realmente la inclinación venia desde antes comencé a hacer como parte del malentendido que implica crecer y ver como encajar o no en la realidad, estando en la carrera obtuve muchas herramientas que incorpore al empuje que ya traía, conociendo gente con intereses afines pude comenzar a apostar y ver que había por ahí afuera, algunas cosas coincidieron como estímulos desde muy temprano y desde ahí he seguido poniendo un pie delante del otro.

  • ¿Cuáles son tus influencias y/o referentes?, ¿por qué?

Tengo un interés por las estructuras, el diseño, la arquitectura, lo político, el comportamiento, las relaciones, tienen que ver con mis modos de hacer y como me entretengo tratando de buscar salidas. Creo que toda influencia tiende ser una malversación, eso no necesariamente es malo pero tengo conflictos cuando se habla solo de la obra desde las referencias (creo eso agracia a muy pocos) y tiende a ser un límite innecesario que sólo clasifica.

Me interesa lo inactual y cómo se relaciona el cuerpo con el espacio, los objetos y las costumbres. Si bien trato de experimentar la realidad conscientemente la mayoría es inaprensible, voy por ahí viendo y recolectando de manera material e inmaterial. El trabajo parte enormemente de estar en un estado que fluctúa entre ideas sumamente racionales y muchas otras menos apalabradas, creo que mi obra en el mejor de los casos bifurca y recombina, entendiendo sus resultados como difíciles de controlar.

  • Cuéntanos ¿cómo ha sido tu experiencia en México? ¿por qué decidiste quedarte allí, además de evidentemente tu carrera profesional?

Hay ciertas cosas que se mueven de manera similar a Venezuela y quizá a otros países latinos, eso me causa una mezcla muy rara entre incomodidad y familiaridad. Se dió de una manera hasta cierto punto radical, cuando te das cuenta que tu lugar de origen deja de ser una opción a donde volver muchas cosas se ponen en jaque, quien se va no es el mismo que vuelve y los lugares tambien cambian, es inevitable. Así decidí estar quedarme más tiempo, estoy muy agradecido con la gente que he compartido aquí y todo lo que he aprendido, he tenido buenas oportunidades aparte de haberme metido por alguna que otra grieta. Es un país muy variado y retador, siempre hay algo que descubrir eso me interesa muchísimo.

  • ¿Cómo inició tu relación con la gestión cultural? ¿qué aportes ha tenido en tu práctica artística?

Después de un rato de andar de colectiva en colectiva, un par de amigos y yo decidimos crear un espacio que separado de lo institucional que nos diera chance de explorar mejor nuestras propias prácticas y las de artistas que nos interesaban en ese momento, todo nació por la falta de espacio y por querer hacer uso de todas nuestras quejas, así nació Al borde un espacio de exhibición en Maracaibo-Venezuela, que operó desde 2010 a 2014.

Si bien mi práctica se gesto de una manera bastante individual, pensar y crear espacios así como trabajar con otros artistas ha sido una herramienta de aprendizaje, sensibilizándome con respecto al trabajo de otras personas y sus procesos. Actualmente llevo un proyecto llamado 10.000 desde 2016 y otra nueva iniciativa llamada Tajo que recién comienza de la mano de dos amigos artistas aquí en México. Todos estos proyectos, son relacionales de alguna manera me ayudan a acercarme a personas que me interesan a través del intercambio, crear estos espacios aparte de lidiar con necesidades específicas tienden a ser formas de agradecimiento.

  • Háblanos sobre tu discurso plástico y los planteamientos dentro de este.

 Si la obra tiene que ver con una flecha nunca pega donde es, en esas fallas digamos puede que aparezca algo, si voy del punto A al punto B y se me cae la cartera, en algún momento del camino aparece C, y si regreso a B después de C ya no es precisamente B, de alguna manera creo que el arte tiene que ver con una promesa y una premisa, mientras vacila entre momentos de una certeza ida y constantes reconsideraciones, ese es un comienzo que se mezcla con algunos destacados de lo me ha tocado vivir y a partir de eso propongo conjeturas acerca de como actúan los mecanismos que forjan nuestro comportamiento en un contexto dado, ya sea en el espacio de exhibición, el espacio privado-publico y sus conexiones con el cuerpo como vehículo de aprendizaje.

  •  La escultura es un parte primordial de tu obra, ¿cuál es la razón?

Lo primero que me atrajo a lo tridimensional fue como reacciona el cuerpo al hacer,  lo construido tiene múltiples facetas, me interesa que sin importar su materialidad es vulnerable abiertamente, esta a merced de todo pero a la vez puede activar la vulnerabilidad en quien lo rodea o usa.

  • Para terminar, ¿quisieras contarnos en qué proyectos trabajas actualmente y quieres trabajar a futuro?

Estoy trabajando en curar mi pies planos y mis juanetes (risas). Entendiendo la lógica de estos días prefiero decir o predecir poco.