Al mejor cazador se le va la liebre, la liebre pierde contra la tortuga y donde menos se piensa salta. En improvisaciones puede haber gato por liebre y cuando es presa, huye, corre, se esconde, crea trampas y se re-inventa así misma. Cuanto más pequeño el bosque, más grande parece la liebre, cuándo no hay madriguera, busca otra, si no la encuentra, vuelve y la construye. Sin ser liebre y tampoco el que la caza, busco diálogos entre ficciones, historias y humor, y en función del ensayo, hago imágenes que en ocasiones se convierten en esculturas, esculturas que podrían construir situaciones, y luego desde esas situaciones, otras imágenes surgen. Algunas son instaladas, otras combinadas con objetos manipulados, otras documentadas en vídeos, y si digo que parto de principios pictóricos, es en el acto de componer donde se estructuran narrativas.